La muñeca y el pulgar
La muñeca está formada por varias articulaciones que permiten una gran movilidad. A raíz de una caída o una torsión excesiva, puede sufrir un traumatismo como un esguince, una luxación o una fractura. También puede verse afectada por la artrosis, que se localiza preferencialmente en el pulgar.
La articulación de la muñeca conecta el extremo de los dos huesos del antebrazo (radio y cúbito) con los ocho huesos del carpo distribuidos en dos filas y mantenidos por un grueso tendón. La muñeca también incluye numerosos pequeños músculos y ligamentos que permiten flexionarse y girar en todos los sentidos.
Patologías traumáticas
La muñeca es una de las articulaciones más afectadas por traumatismos. La causa más frecuente de traumatismo es la caída con la palma hacia adelante. De este modo puede sufrir un esguince de gravedad variable: de benigno, con un estiramiento de uno o varios ligamentos que conectan los huesos del carpo, a grave con ruptura ligamentaria. La colocación de hielo reduce el edema (hinchazón), los medicamentos analgésicos alivian el dolor y la inmovilización con una órtesis permite la curación del esguince poniendo la articulación en reposo.
La muñeca también puede romperse a nivel del extremo del radio, lo que genera una hinchazón dolorosa y, a veces, una deformación. Esta fractura es más frecuente en la adolescencia, pero también después de los 50 años. Requiere una inmovilización durante 4 a 6 semanas, a veces después de una cirugía. La muñeca también puede fracturarse a nivel del escafoides, uno de los huesos del carpo. El tratamiento puede requerir una órtesis o una cirugía, y la posterior colocación de la órtesis.
Patologías inflamatorias
Las muñecas pueden ser el sitio de tendinitis, en particular, en un deportista o en un trabajador que efectúa tareas repetitivas. La tenosinovitis de De Quervain es una inflamación dolorosa de los tendones del pulgar. Habitualmente, mejora con la puesta en reposo del pulgar, la utilización de una órtesis y de medicamentos antiinflamatorios.
El síndrome del canal carpiano afecta particularmente a las mujeres embarazadas o mayores de 50 años. Corresponde a una compresión de un nervio en un canal situado en el carpo, favorecida por gestos repetitivos o apoyos prolongados. Genera dolores y hormigueos en los dedos. Un tratamiento médico con utilización de una órtesis por la noche puede bastar para aliviarlo, pero una cirugía puede resultar necesaria en caso de pérdida de sensación y motricidad.
La artrosis
Al igual que todas las artrosis, la artrosis de la muñeca y el pulgar (rizartrosis) es consecutiva del desgaste progresivo del cartílago que protege la articulación. Ocurre en general más allá de los 50 años, en un 90% de los casos en la mujer, y causa dolores que aparecen por brotes. Se trata por la aplicación de calor, medicamentos con analgésicos y antiinflamatorios, la puesta en reposo por una órtesis y, en algún casos severos, por cirugía.