El cuarto de baño y aseos
Para las personas que tienen dificultades para moverse, el cuarto de baño es un lugar de riesgo. Los resbalones y caídas son más frecuentes, y el temor de accidente limita su uso. Hay que pensar en acondicionamientos simples y seguros. Los aseos también pueden adaptarse para mayor seguridad y confort.
Para una entrada y una salida seguras de la bañera
Resbalarse en la entrada o la salida de la bañera forma parte de los temores de las personas mayores y/o que sufren de debilidad muscular, rigidez o trastornos del equilibrio. Unas barras de apoyo permiten un agarre y un punto de sujeción seguro. La instalación de un asiento de baño giratorio refuerza aún más la seguridad de la persona, que de este modo puede sentarse desde el exterior de la bañera antes de instalarse en ella. En cuanto la tabla de baño se instala a través de la bañera mediante ventosas. Esta, ayuda a la persona a entrar y salir, y puede servir de soporte para los accesorios de aseo.
Una ducha más estable
Al igual que la bañera, la ducha puede complementarse con una barra de apoyo para permitir a la persona entrar, mantenerse, moverse y salir sin temor a resbalarse. Un asiento o un taburete de ducha es aún más seguro, en particular, para las personas que tienen trastornos del equilibrio, dolores o debilidad al estar de pie.
Las soluciones para los aseos
Un elevador para los aseos permite hacer menos esfuerzo al levantarse. Una barra de apoyo también puede instalarse cerca de los aseos para facilitar sentarse y levantarse.
Por último, una silla de traslado constituida por un asiento no perforado, elevable y un asiento perforado que se abre sobre un cubo amovible, permite a las personas que tienen dificultades para desplazarse hasta los aseos satisfacer más fácilmente sus necesidades íntimas.