Las lumbares

Los dolores en el raquis lumbar, o lumbalgias, son muy extendidos: del 60 al 90% de la población adulta los padecen o los han padecido. Contrariamente, el reposo prolongado no cura e incluso favorece el paso a la cronicidad. 

El raquis lumbar está formado por 5 vértebras móviles, curvadas hacia atrás, o lordosis, que se sitúan entre la última vértebra del raquis torácico (o dorsales) y la primera de las 5 vértebras (fusionadas) del sacro. Es muy frecuentemente la sede de dolores “comunes”, es decir que no dependen de una afección inflamatoria, traumática, tumoral o infecciosa (90% de los casos). 14,5 millones de lumbalgias comunes se diagnostican cada año1. Las personas de edades entre 55 y 65 años son las más afectadas.

No todas las lumbalgias se parecen. Pueden:
 

  • aparecer progresivamente al cabo de los meses o bruscamente a raíz de un movimiento en falso; 
  • acompañarse o no de una hernia discal (saliente de un disco intervertebral fuera de su alojamiento);
  • ser agudos (de corta duración menor a 6 semanas), subagudos (entre 6 y 12 semanas) o crónicos (que persisten más de tres meses, a veces años).
     

Lumbago y lumbociática, dos lumbalgias agudas frecuentes

El lumbago se manifiesta por un bloqueo acompañado de un dolor agudo en la parte baja de la espalda y eventualmente la pierna, sin sobrepasar la parte inferior del glúteo. Aparece generalmente a raíz de un esfuerzo inusual y se acompaña de una importante dificultad para moverse. La curación de un lumbago es espontánea en 8 a 15 días, pero las repeticiones son posibles.

La lumbociática se manifiesta por un dolor vivo en la parte baja de la espalda que se prolonga a lo largo de la pierna hasta los dedos del pie. Procede en un 95% de los casos de una irritación a nivel de una de las raíces del nervio ciático por una hernia discal. Aparece a menudo en las personas que tienen antecedentes de lumbalgias y tras un esfuerzo, incluso leve. La evolución es espontáneamente favorable: un 80% de las personas se curan en dos meses, un 95% en 1 año.

El tratamiento del lumbago y de la lumbociática incluye medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, un reposo relativo (el reposo en cama debe prescribirse y hasta debe ser lo más corto posible), y la continuación de las actividades dentro de los límites del dolor. Moverse es uno de los pilares del tratamiento. La utilización de una faja lumbar permite acelerar la disminución de los dolores y la recuperación de la movilidad, sin efecto negativo en la musculatura, contrariamente a los estereotipos2 3. Una cirugía es raramente necesaria.

Cuando el dolor persiste…

La lumbalgia crónica puede ser la continuación de un lumbago o desarrollarse progresivamente sin causa particular. Principalmente vinculada a fenómenos de desgaste y a microtraumatismos, puede verse favorecida por un trastorno de la estática, una debilidad muscular y el estrés. El tratamiento incluye medicamentos analgésicos, rehabilitación con ejercicios específicos y también actividad física regular, donde ambos reducen los dolores y mejoran las capacidades funcionales4.

Fuentes:
Anaes / Service des Recommandations et Références Professionnelles /Prise en charge diagnostique et thérapeutique des lombalgies et lombosciatiques communes de moins de 3 mois d’évolution. février 2000.
Anaes / Service des recommandations et références professionnelles : Diagnostic, prise en charge et suivi des malades atteints de lombalgie chronique, décembre 2000
Collège Français des Enseignants en Rhumatologie : Item 2015 : Rachialgies. 2010-2011