Las dorsales

Parte más larga de la columna vertebral, el raquis dorsal se encarga principalmente de proteger la médula espinal. Principalmente sólido gracias al apoyo de las costillas, puede no obstante ser el foco de dolores molestos. El trabajo con el ordenador es a menudo la causa principal.

El raquis dorsal o torácico consta de 12 vértebras partiendo de la última cervical a la primera lumbar y presenta una curvatura natural llamada cifosis. Tiene una función de apoyo del cuerpo y protección de la médula espinal. En el raquis dorsal es donde se articulan las costillas.

Los dolores mecánicos experimentados en el raquis torácico se llaman “funcionales”. Se asientan en especial entre los omóplatos. Son principalmente de origen muscular, y abarcan sin duda una parte de estrés, pero su mecanismo preciso sigue siendo poco conocido. Pueden ser favorecidos por desviaciones del raquis preexistentes.

Dolores frecuentemente asociados a tensiones repetidas

Se les observa sobre todo en mujeres (17%1) y en actividades profesionales que exigen posiciones incómodas para la parte superior de la espalda: informática, secretariado, costura, peluquería. En este contexto, a menudo se asocian a cervicalgias. Las dorsalgias también se encuentran en los obreros que transportan cargas pesadas. Aunque sólo causan raramente una incapacidad importante en la vida diaria, son molestas y se empeoran por las actividades que solicitan las dorsales. 

Los tratamientos para no tener "la espalda cargada” 

La asunción de las dorsalgias funcionales incluye en particular: 

  • medicamentos analgésicos y antiinflamatorios durante los aumentos de dolor; 
  • una rehabilitación con corrección de la postura y el refuerzo de los músculos situados alrededor de las vértebras;
  • una modificación de la ergonomía durante el trabajo o la utilización de una faja de apoyo dorsal;
  • un apoyo psicológico.

Un caso particular: la hernia discal dorsal

Muy rara, procede de la saliente de un disco de una de las vértebras torácicas fuera de su alojamiento, y de su apoyo contra la médula espinal. Se manifiesta a veces por un dolor más o menos vivo “a media cintura”, por hormigueos, así como por pérdidas de fuerza y de sensibilidad en la parte baja del cuerpo. Se trata mediante el reposo de corta duración, los antiinflamatorios y a veces la cirugía.

Fuentes :
Rozenberg S, Marty M et coll. : Le rachis dorsal, ce méconnu, éd. Sauramps Médical, 2012
Collège Français des Enseignants en Rhumatologie : Item 2015 : Rachialgies. 2010-2011